¿Por qué en newUIBCN ponemos tanto esfuerzo en lograr la óptima experiencia del usuario? Un interface de usuario bien diseñado no solamente aporta una mejora estética en el sistema, sino que necesariamente debe implicar una mejora sustancial en la ergonomía, comprensión, facilidad de uso, manejo intuitivo y, como consecuencia final de todo lo anterior, aumento del nivel de productividad de trabajo y satisfacción por el uso de la herramienta.
Hoy en día, a los sistemas informáticos no sólo les pedimos que sean capaces de realizar tareas complejas, sino también que podamos interactuar con ellos y darles instrucciones de la forma más natural y sencilla posible. La era de los gruesos manuales que debíamos consultar continuamente es cosa del pasado; ahora queremos empezar a trabajar y ser productivos desde el primer día, guiados simplemente por nuestra intuición y la facilidad de uso del sistema. Por esta razón, las grandes empresas tecnológicas están haciendo grandes inversiones para diseñar nuevas capas de interface y nuevos dispositivos con los que poder ofrecer a los usuarios mejores vías de interacción. La User Experience está actualmente en el punto de mira del sector tecnológico.
En línea con el anterior planteamiento, Microsoft nos ha vuelto a recordar la importancia que tiene la UX en la industria actual con la impactante presentación de Windows Holographic, una novedosa e impresionante plataforma que nos permitirá interactuar con objetos holográficos 3D (aunque para hablar con precisión, se trata más bien de realidad aumentada y no de hologramas, como algunos medios como ya han diferenciado). Windows ha querido mostrar su visión de cómo debe evolucionar la interacción con los ordenadores personales, y apunta por integrar el sistema con la propia realidad envolvente del usuario.
Las reacciones al nuevo sistema de interacción de Microsoft no se han hecho esperar, elevando las expectativas al alto nivel que promete el futurista video de presentación:
https://www.youtube.com/watch?v=aThCr0PsyuA&feature=youtube_gdata_player
Windows Holographic se sustenta principalmente en el nuevo dispositivo Microsoft HoloLens, unas lentes autónomas (sin cable) con su propia CPU, GNU, HPU (“Holographic Processing Unit”) sensores de voz, oculares y de movimiento. Incluye también un sonido espacial para poder escuchar y situar incluso hologramas que no estén en nuestra área de visión. La interacción de usuario con el sistema se realiza de manera tan natural como apuntar con la mirada, seleccionar señalando con los dedos o mediante comandos de voz.
Cabe destacar que el dispositivo permite que tengamos las dos manos libres, al no necesitar ningún dispositivo para la selección de objetos o la detección del movimiento de las extremidades (a diferencia, por ejemplo, de los mandos que necesita la Nintendo Wii). Este pequeño detalle amplía las posibilidades de trabajo y mejora la experiencia del usuario, puesto que la integración con el sistema se convierte en prácticamente una extensión del propio usuario.
Imágenes promocionales de HoloLens
Con esta apuesta Microsoft supera en interés y potencia la anterior propuesta similar Google Glass, el fallido intento de Google que ha abandonado hasta nuevo aviso. Esperemos que el futuro de este nuevo dispositivo sea más exitoso que su predecesor.
Áreas de aplicación de HoloLens
Microsoft afirma que no hay restricción en las posibles áreas de aplicación de esta nueva tecnología, ya sea en educación, medicina, diseño o ingeniería. En los videos de presentación incluso se pone como ejemplo un recorrido por la superficie de Marte, gracias a las imágenes enviadas por los vehículos de la NASA que están explorando el planeta.
También se ha notificado de aplicaciones concretas que tendrán cabida con HoloLens, como por ejemplo Minecraft, Skype o Netflix, donde podremos disfrutar de videoconferencias o películas sin necesidad de disponer de dispositivos adicionales ni pantallas físicas.
El posible futuro apuntado por HoloLens
¿Dónde nos puede llevar el futuro del UX que está siguiendo Microsoft? Si tiene éxito y las líneas de investigación continúan en esta dirección, las posibilidades que se abren ante nosotros son infinitas, y van más allá incluso del mero uso laboral o recreativo. La mejora de la tecnología de una realidad aumentada que reconozca nuestro entorno y se integre con él para complementarlo, sumado al uso de sensores de visión, sonido, posición y movimiento (o cualquier otro sentido natural del ser humano, como el olfato que ya se simula en dispositivos como FeelReal y son compatibles con lentes de realidad virtual como Oculus Rift, Samsung Gear VR, Sony Morpheus o Zeiss VR One), pueden llegar a mejorar la experiencia del usuario hasta convertir el sistema no solo en una herramienta, sino en un multiplicador invisible de las propias capacidades del usuario. Por ejemplo:
- En un trabajo delicado podría presentar un zoom del foco de nuestra visión, a voluntad tanto en activación como en potencia de aumento.
- Recoger y multiplicar sonidos de bajo volumen o inaudibles al oído humano.
- Visualizar espectros de luz no visibles a nuestro ojo, incluso la dirección de ondas, mezclándolo con nuestra visión natural.
¿Impacto en la industria de hardware?
Otra posibilidad interesante se deriva del hecho de proyectar en las lentes dispositivos que no existen físicamente y poder interactuar con ellos, o dicho de otro modo, de poder simular una versión virtual de tales dispositivos.
Dado que actualmente la tecnología avanza a tal velocidad que convierte en obsoletos productos apenas han salido al mercado, para el consumidor representa un gasto continuo tener que tirar ciertos dispositivos para comprar los modelos actuales. Si con realidad aumentada pudiéramos superponer en nuestro entorno una pantalla de televisor (por ejemplo) que pudiera mantenerse al último nivel tecnológico del mercado solo con upgrades de software, ¿qué sentido podría tener el disponer de un televisor físico cuyo material queda obsoleto en poco tiempo y debe tirarse? Quizás sería más rentable estar suscrito a un servicio renting que nos ofreciera siempre la versión más potente del dispositivo virtual, aparte de otras muchas ventajas como disponer de él en cualquier lugar donde nos encontremos (y no solo en el comedor de casa, como por ejemplo con las televisiones físicas actuales) o la imposibilidad de sufrir accidentes (caídas, roturas, humedad) o robos.
Es cierto que el punto débil recaería ahora sobre el propio dispositivo de realidad aumentada, pero éste centralizaría y ahorraría todo el resto de dispositivos, tal como ahora los smartphones están centralizando ellos solos no sólo a los antiguos teléfonos, sino también a las cámaras de fotos y vídeo, agendas, libretas de notas, consolas portátiles de videojuegos, reproductores de música, radio y televisión, libros, prensa, scanners, o cualquier otro elemento que pueda ser simulado… A nivel personal el Smartphone me ha llegado a reemplazar incluso a la linterna tradicional.
¿Posibles beneficios medioambientales?
Montaña de e-basura
Por otro lado, la rápida obsolescencia de los productos tecnológicos está causando un verdadero problema debido a la ingente cantidad de basura electrónica que generamos y acumulamos en vertederos.
Ya has surgido movimientos como la iniciativa Step para intentar concienciar sobre el daño medioambiental de los residuos electrónicos, e incluso la ONU y los fabricantes de ordenadores están buscando cómo solucionar el problema de la e-basura, puesto que su volumen crece tres veces más rápido que el de basura convencional (pronto alcanzará e volumen de 40 toneladas métricas, el equivalente a una fila de camiones que den media vuelta a la Tierra), y en países como China, Pakistán o India las montañas de desperdicios electrónicos son ya un problema medioambiental.
¿El fin de innumerables dispositivos físicos?
Si la tecnología alcanza el punto que dispositivos como pantallas o televisores físicos no son necesarios porque podemos virtualizarlos e interactuar con ellos de la misma manera que su equivalente real, ¿podría ser una de las posibles soluciones para frenar la creciente generación de e-basura? La eliminación de estos dispositivos virtuales sería tan sencillo y limpio como la desinstalación de un software, y por tanto generaría un nivel cero de basura.
Sea cual sea el futuro que nos puedan traer los dispositivos de realidad aumentada, no podemos perder de vista la corriente actual de mejora continua de la capa de interface, que busca alcanzar la máxima experiencia de usuario. En este sentido, todavía tenemos un enorme abanico de posibilidades para los usuarios de SAP, y en newUIBCN esperamos poder ofrecerles las mejores capas de interacción con las que puedan redescubrir sus sistemas.
